A pocos kilómetros al norte de Puebla del Prior, a orillas del arroyo Botós, se erige la Ermita de Nuestra Señora de Botós, un emblema de devoción y patrimonio cultural en la comarca de Tierra de Barros. Construida en el siglo XVI, esta sencilla edificación encalada refleja la arquitectura popular de la época, con una nave abovedada, cúpula sobre el crucero y un camarín que alberga la imagen de la Virgen de Botós, patrona de la localidad.
El interior de la ermita destaca por su retablo mayor del siglo XVI, adornado con pinturas de personajes bíblicos, atribuidas a la escuela de Llerena. Estas obras de arte sacro no solo embellecen el santuario, sino que también narran historias sagradas, conectando a los fieles con su herencia espiritual y cultural. La atmósfera serena del templo invita a la reflexión y al recogimiento, ofreciendo un espacio de paz para visitantes y devotos.
Cada año, el Domingo de Quasimodo, la ermita se convierte en el corazón de una de las festividades más esperadas: la romería en honor a Nuestra Señora de Botós. Durante esta celebración, la comunidad se reúne en procesión, acompañando a la Virgen desde la ermita hasta el pueblo, en un acto que refuerza los lazos comunitarios y mantiene vivas las tradiciones ancestrales. Esta festividad es una manifestación vibrante de la identidad cultural de Puebla del Prior, atrayendo a numerosos visitantes que desean experimentar la autenticidad de las costumbres extremeñas.
La Ermita de Nuestra Señora de Botós no es solo un monumento histórico, sino un símbolo vivo de la fe y la cohesión social de Puebla del Prior. Su presencia a lo largo de los siglos ha sido testigo de innumerables momentos de devoción y celebración, consolidándose como un pilar fundamental en la vida religiosa y cultural de la región. Visitar este santuario es adentrarse en el corazón espiritual de la comunidad, descubriendo la profunda conexión entre el arte, la historia y la fe que define a este rincón de Extremadura.